Acabose la semana de vacaciones y ahora toca volver al trabajo, sufriendo toda clase de síndromes. Pero en definitiva el viaje ha merecido la pena. Como ya anuncié esta vez el destino ha sido Macedonia. Sí, estáis leyendo bien; Macedonia. Lo aclaro porque aparte del chiste de si he traido fruta de allí todo el mundo pregunta que me ha llevado a visitar tan desconocido país. Pues simplemente la posibilidad de conocer un poco de un país desconocido por mi hasta la fecha (si, ya sé que mirando la wikipedia también se puede aprender algo, pero os aseguro que no es lo mismo). Bueno, eso y que tenía un amigo trabajando allí.
Los más curiosos podéis visitar la galeria de fotos de Macedonia pinchando en cualquiera de las fotos de abajo. Poco a poco iré incorporando más fotos.
¿Y qué tiene este país de atractivo? Pues lo más turístico está situado al sur, en el lago Ohrid (frontera con Albania). Allí en torno al lago hay un pueblo ubicado en una colina donde hay restos de ruinas romanas (teatro, muralla, castillo) y algunas iglesias ortodoxas en una zona de excavaciones arqueológicas. Cogiendo un taxi puedes alejarte entre montañas visitando algún monasterio perdido reconvertido en hotel (el taxista que nos llevó de vuelta rompió el disco de freno, así que nos llevó con el corazón en un puño por si se salía en alguna curvita)
Respecto a la capital (Skopje), o como la llaman allí Skopia (cuanto menos más fácil de pronunciar) está dividida por un río que separa la población albana del resto, o lo que es lo mismo, a un lado del río mezquitas, bazares y velos y al otro lado iglesias y centros comerciales. La ciudad no está muy cuidada ni muy preparada para el turismo, pero tiene esa curiosa mezcla en la población que le da un aire diferente.
En definitiva que si os pilla de paso pues es recomendable dedicar algún día a recorrerlo, y si además haces noche pues el ambiente de fin de semana es bastante animado.
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