Cada año el mundo de la tecnología proclama un nuevo concepto tecnológico. De repente el orbe comienza a usar un término y todo aquel que no lo ha oido, no lo conoce o no lo menciona parece estar fuera del sector. Algo así está ocurriendo con el cloud computing o "computación en la nube".
Pero, ¿es el cloud computing una nueva tecnología? Podría decirse que es algo más cercano a un modelo de negocio que a una tecnología. Se trata de utilizar la nube, que no es otra cosa que Internet, como motor de trabajo. Dicho así puede resultar difícil de asimilar para alguien ajeno a lo tecnológico, pero si mencionamos algunos ejemplos que siguen esta filosofía, tales como Facebook, correos electrónicos, blogs, YouTube, seguro que la idea queda más clara. Y casi seguro que si estás leyendo este blog es porque también tienes una cuenta de mail, has colgado un video en Youtube o tienes cuenta en Facebook. Si es así, ya formas parte del cloud computing.
Sin embargo, más allá de este mundo del ocio se encuentran las compañías proveedoras de servicios IT, que ya han comenzado a promover las ventajas que suponen este modelo para las empresas. Se está difundiendo este modelo con el ánimo de mejorar y simplificar la gestión de la información y de los sistemas de información, además de incurrir en un ahorro de costes, transformando el actual esquema basado en la infraestructura a otro basado en el servicio. Esto quiere decir que una empresa ya no tendrá que realizar ninguna inversión en máquinas ni servidores de correo electrónico, sino que podrá contratar a otra empresa de IT que le suministre el servicio a través de la nube (más o menos como todos hacemos con las cuentas de correo gratuitas).
Pero esto no solo aplica al correo electrónico, sino que tiene un objetivo mucho más ambicioso. Microsof ya se ha puesto las pilas y ha anunciado su nuevo proyecto, Windows Azure con el que pretende ofrecer una plataforma sobre la que terceras personas puedan montar servicios. Dichos servicios estarían alojados en la nube y serán ofrecidos a las empresas. Pero no solo Microsoft está explorando este camino, sino que también Google o Amazon están desarrollando plataformas similares.
Esto quiere decir que llegaremos a un punto en el que las empresas puedan almacenar datos en la nube y explotarlos a través de aplicaciones que tambien estarán en la nube. De esta forma, en un portátil que cuente con un navegador y acceso a Internet, un empleado podrá tener acceso a todas las aplicaciones corporativas, sin necesidad de que dichas aplicaciones estén alojadas en servidores propiedad de la empresa.
Por supuesto no todo serán beneficios (reducción de costes, mayor escalabilidad tecnológica, mejora de la disponibilidad, pago por uso, asignación de recursos bajo demanda), sino que también habrá grandes inconvenientes que afrontar. A mi modesto entender el más importante es el de alojar datos en la nube. Dependiendo de la privacidad de esos datos, es posible que este modelo no se ajuste a determinadas empresas, ya que uno de los activos más importantes de las empresas es la información de que disponen y el alojar ese conocimiento en casa de un tercero puede siempre traer algún problema.
Veremos si durante el 2009 se produce el boom definitivo.
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